(No soy más que el saxofonista en el cuarteto de Dave Brubeck al que me uní terminada la guerra de Corea. Pueden reconocerme con facilidad porque, cuando no toco, lo que sorprendentemente ocurre a menudo, aún sigo allí apoyado en el piano).
(No soy más que el saxofonista en el cuarteto de Dave Brubeck al que me uní terminada la guerra de Corea. Pueden reconocerme con facilidad porque, cuando no toco, lo que sorprendentemente ocurre a menudo, aún sigo allí apoyado en el piano).